Estos últimos días he disfrutado verdaderamente del camino. Atrás quedaron el sufrimiento, las ampollas y el desánimo. Por fin un camino entre risas, canciones y mucho inglés. Quién me lo iba a decir que en el camino iba a hacer un intensivo. Ahora cuando me preguntan por qué he venido, lo tengo claro. Para aprender inglés :P
Mi camino: crónica III
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