Hungría es el paraíso del bueno, bonito y barato. Llegué a un país del que sólo conocía a dos personas, 3 platos típicos y que organizaba la que sería una de las mejores carreras de F1 que he visto. El último día, comprando un regalo, me confundieron con un húngaro!!
No compré una guía, ni me informé, ni me molesté en organizar el viaje. Simplemente reservé un billete de avión con destino Budapest. El viaje era toda una incógnita. Pero claro, tiene truco. Tenía a dos guías nativas contratadas las 24h del día. Es lo malo de tener amigos extranjeros, que cuando visitan tu país, te toca pasearles…
Nuestro plan era visitar Transilvania (Rumania), pero Paolo se olvidó el pasaporte y nos limitamos a visitar el país (con una pequeña escapada a Eslovaquia para probar su cerveza).
Sábado 5: Ana y yo éramos los últimos en llegar. Todos nos esperaban debido a la poca experiencia de la chica de facturación del mostrador 25 de la terminal A del aeropuerto de Barcelona. Ella solita consiguió que el avión se retrasase 35 minutos y obligarme a hacer una cola de 2 horas y media. Yo que había ido con antelación por si me veía afectado por las solidarias medidas que suelen emplear los trabajadores de Iberia…
Una vez montados en el minibus con chófer (ya podéis decirlo, ya… soy un pijo!), nos dirigimos a la ciudad de Judit (nuestra anfitriona): Kecskemét [+info]. Allí nos había reservado mesa en el mejor restaurante de la ciudad. No os preocupéis… 10€!!
Allí tuvimos el primer asalto con la comida tradicional húngara. Comimos hasta reventar. Lo que sería la tónica general el resto del viaje. Una ruta gastronómica que os recomiendo. La cena nos sirvió para ponernos al día. Con algunos de mis compañeros del Camino no había hablado en un año!!
Domingo 6: Visita a la ciudad. Por la tarde, Judit y sus amigos alquilaron una masía única en el mundo donde nos prepararon una comida tradicional.
[No me llevaron a ver la F1!!!]Lunes 7: Empezábamos nuestra ruta. No me acuerdo muy bien de todos los nombres de los lugares que vimos. Son rarísimos!!! Pero de los más importantes sí me acuerdo.
Primero visitamos la universidad donde trabaja Judit (ya tenía mono de internet!). Después visita a una especie de parque temático en medio de un parque natural donde se vendían y hacían demostraciones de utensilios tradicionales, cetrería y modo de vida de los habitantes de la zona.
A media tarde llegamos a Debrecen [+info]. Es la segunda ciudad más grande del país. No estuvimos mucho… a parte de la calle principal, el resto es muy soviético. No sé cómo describirlo. Cuando se ve, se piensa: soviético. En un par de horitas ya estaba degustando la mejor sopa de cebolla de mi vida en un restaurante de Nyíregyháza [+info] (¿entendéis ahora porque no recuerdo los nombres?).
Martes 8: Excursión al monte Kopasz [+info]. La zona de Tokaj es muy conocida por sus vinos. Antes de subir la montaña, como buenos peregrinos que somos, paramos en una de las bodegas que hay cerca de la estación de tren, en la falda de la montaña. Allí puedes degustar todas las variedades de vinos que producen por un módico precio. El vino más caro creo que no llegaba a los 2€ por copa. El vino blanco dulce o semi-dulce es excelente!
La subidita fue bastante durilla. Grandes pendientes, muchísimos mosquitos y en ocasiones te tenías que abrir paso a través de una gran cantidad de ortigas. Una vez arriba mis compañeros se compadecían de mí por la gran cantidad de picaduras que tenía. Cada picadura era un cardenal enorme. Durante el descenso nos cogió la lluvia, así que nos refugiamos en el primer techo que encontramos… Cuando paro un poco la lluvia de vuelta al minibus y a casita! Antes de cenar, Nicole y yo experimentamos lo que era volver a trepar un árbol. Qué sensación! :D
Miércoles 9: Día completamente de relax. A primera hora visitamos el mercado Lengyelpiac. Algo que se tiene que ver. Nada tiene que envidiar al marché aux puces de París…
El resto del día nos estuvimos relajando en un centro termal que teníamos cerca. Una mezcla de Caldea con Isla fantasía en pequeñito. Pero muy divertido! Una pena que muchas de las fotos que hice con la acuática no salieran…
Jueves 10: Visitamos las cuevas de Aggtelek (+info). No me acabaron de convencer, pero están bien… Y depués rumbo a Eger [+info], donde dormimos esa noche. Un pueblo precioso, indispensable si se visita Hungría.
Viernes 11: Visitamos el castillo y el minarete de Eger y vuelta a la carretera. Estar en el campo de exterminio húngaro de Recsk te hacía pensar en la gran crueldad con la que puede actuar el ser humano. Fue un campo de concentración operativo entre los años 1950-53 en completo secretismo. Visitar con guía húngaro o algún tipo de libro que hable al respecto. Toda la información está en húngaro (excepto esto).
Para asimilar lo que habíamos visto, subimos la montaña más alta de Hungría: Kékestető (1014m). Y antes de volver a Budapest, visitamos el pueblo de Hollókő [+info]. Declarado por la UNESCO en 1987 patrimonio histórico de la humanidad. Por si estáis interesados, se vende casa! :P
Sábado 12: Nos subimos a un trenecito de vapor para turistas que nos llevó hasta Nagymaros Cruzamos a la otra orilla con un ferry y subimos andando hasta el castillo de Visegrád [+info].
Vuelta a bajar y nos dimos un paseo por el Danubio en un barco para turistas hasta Szentendre [+info]. Un pueblo muy turístico con miles de tiendas de souvenirs.
Volvíamos a estar en Budapest, pero esta vez tocaba conocer la vida nocturna de la capital. Arrastramos a Gitti (nuestra guía adjunta) y la convencimos para que nos llevara a algún lado. Si no recuerdo mal, era el Buddha Beach. Situado a orillas del Danubio, ha sido de lo mejorcito a lo que he ido en el extranjero. Lo pasamos muy bien! Incluso nos encontramos a unos tunos de Salamanca!!! Si estás libre, Budapest es tu ciudad. Los húngaros/as van a saco!
Nota: Las copas no las pidas como en españa. Te saldrán más caras! Si quieres 2 whisky con cocacola, por ejemplo, pide 2 whisky y 1 cocacola (te darán la botella). Si no, te cobrarán dos cocacolas (de máquina) por llenarte el vaso hasta arriba. Y no te preocupes por si está muy cargado, que allí lo miden todo en centilitros y decilitros. Uno de los nuestros es como 3 de los suyos…
Domingo 13: Tren hasta Esztergom [+info], pueblo fronterizo con Eslovaquia. Pequeño paseo y algunos de nosotros cruzamos el río para irnos a tomar una cervecita en suelo eslovaco (Štúrovo). Comimos junto al río y visitamos la basílica más grande de Hungría y quinta del mundo.
Al llegar a Budapest era tarde y fuimos directamente a comer a un restaurante eslovaco. No podía ser de otra forma después de que se nos hiciera agua la boca viendo y oliendo los platos que la gente comía allí donde nos habíamos tomado la cerveza.
Lunes 14: Por fin, visita a Budapest [mucha +info]. Nicole y yo íbamos a conocer la ciudad por libre, pero al final nos fuimos con algunos de los demás. Como sé que voy a volver un fin de semana, ya os contaré entonces que tal. ;)
Por la noche, cena «sorpresa» en casa de Gitti. Paolo, nuestro cheff italiano, nos preparó una pizza buenísima (tengo la receta!) y Gitti pollo con paprika, también excelente. Una gran forma de despedirnos.
Martes 15: El peor día sin duda. A las 6 en punto de la mañana me despedía nuevamente de Nicole. Qué duro se me hace siempre… A medio día nos llegaba el turno a Ana y a mí. Despedida de grupo (las prefiero así) y hacia el aeropuerto.
Lo mejor del día fue llegar a Barcelona y no tener que soportar treinta y tantos grados a la sombra.
Resumiendo:
Grandes comilonas en la mejor de las compañías. Yo no puedo pedir nada más!
» Judit és Gitti, nagyon köszönöm!!!